Por Juan José Crai.
En el panorama político uruguayo, emerge con fuerza un nuevo protagonista: el Partido Libertario del Uruguay. Contrariamente a las especulaciones de algunos críticos y periodistas en sus respectivos medios de comunicación, esta agrupación no es una simple imitación del movimiento liderado por Javier Milei en Argentina. Más bien, los libertarios uruguayos insisten en tener una identidad propia, alejándose de la etiqueta de “moda pasajera”. El liberalismo tiene más de 300 años y por lo tanto, sería reduccionista y simplista afirmar que cualquier movimiento liberal en el ámbito político es un eco del movimiento argentino. Esto sería desconocer el pasado que los liberales han tenido en nuestro país.
Los integrantes del Partido Libertario del Uruguay se definen como ciudadanos comunes que provienen del ámbito privado, y nunca del político. Son individuos de a pie que han tomado conciencia del avasallamiento de sus libertades. Inicialmente, algunos participaban en grupos de lectura de teoría económica y filosofía política. Posteriormente, decidieron dar un paso al frente y llevar las ideas a la práctica, formando un partido político que defienda los principios fundamentales de cada individuo.
Últimamente, ha habido una oleada de nuevos partidos que cristalizan el sentir insatisfecho del uruguayo. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de estos partidos personalistas, que han surgido bajo la tutela de un líder, el Partido Libertario se caracteriza por no depender de una figura central. Su enfoque se basa en ideas que prevalecen desde el siglo XVII: los principios del liberalismo, que defienden la libertad individual y limitan la intervención del Estado en la vida de las personas. Para ello, han establecido detalladamente las bases en su Carta de Principios.
Uno de los enfoques prioritarios de su plataforma es la convicción de que Uruguay necesita atravesar un proceso de descentralización del poder, desmonopolización de empresas públicas y reformas que reduzcan tanto el gasto público, como la carga impositiva. Esta perspectiva procura que los individuos transiten de manera más libre y autónoma sus vidas, rescatando la impronta de una sociedad basada en la responsabilidad individual y la libertad de acción.
En la actualidad, el partido se encuentra en una etapa inicial de presentación, donde sus dirigentes están centrados en dar a conocer los puntos esenciales de la propuesta. Aunque aún no se ha presentado definitivamente un programa de gobierno, se subraya la importancia de dar a conocer estas ideas elementales, antes de entrar en detalles concretos.
Desde la capital, Montevideo, el Partido Libertario del Uruguay experimenta un crecimiento significativo, expandiéndose hacia el interior. Las agrupaciones departamentales están ganando simpatizantes y construyendo una base sólida para el futuro. Muchos se han acercado al movimiento a través de plataformas digitales como Facebook, Instagram y Telegram.
Los Libertarios sostienen que, es imperativo que los ciudadanos tomen conciencia del Uruguay en el que viven, reconociendo que el fruto de su trabajo está siendo drenado por el poder estatal y burocrático; que viven en un país estancado y cada vez más caro; y que es momento de correr el eje del debate público, cuestionando muchas de las políticas que han sido instaladas en nuestra sociedad.